Cayó fuertemente la faena de novillos en el primer cuatrimestre
La faena de novillos en Argentina ha experimentado una trayectoria marcada por fluctuaciones notables a lo largo de las últimas décadas. En 2005, se alcanzó un pico histórico con la faena de 1,2 millones de cabezas, un momento que reflejaba una época de auge para esta categoría crucial en el negocio frigorífico. Sin embargo, casi dos décadas después, en el primer cuatrimestre de este año, se registró un nuevo mínimo histórico con solo 322 mil cabezas faenadas, lo que representa una disminución del 16% en comparación con el año anterior.
La importancia de los novillos para el sector frigorífico es innegable, especialmente en términos de exportaciones. Esta categoría ha sido tradicionalmente una columna vertebral para el mercado de carne bovina en Argentina, conocida por su calidad y preferencia tanto en el mercado interno como en el internacional. No obstante, la presencia de novillos en el mercado ha ido disminuyendo año tras año, evidenciando una tendencia preocupante para la industria.
La escasez estructural de novillos puede atribuirse a diversos factores. Las fuertes sequías que han afectado al país han jugado un rol significativo, limitando la disponibilidad de pasto y agua, elementos esenciales para la cría y engorde de ganado. Además, las políticas adversas para la producción de largo plazo han desincentivado la inversión en esta categoría. Las fluctuaciones del dólar también han impactado negativamente, afectando la competitividad de los productores en el mercado global.
Estos desafíos han contribuido a un entorno complicado para los productores de novillos, quienes enfrentan dificultades para mantener y aumentar la producción. La disminución en la faena de novillos no solo refleja un problema a nivel de producción, sino que también tiene implicaciones significativas para la economía y la sostenibilidad del negocio frigorífico en Argentina. El sector necesita abordar estos problemas estructurales para revertir la tendencia y asegurar un futuro más prometedor para la producción de novillos.
Factores y consecuencias de la baja en la faena de novillos
Según el informe de Rosgan, diversos factores han contribuido a la disminución de la faena de novillos, afectando significativamente al sector ganadero. Uno de los factores más relevantes es la baja disponibilidad de hacienda, que se ha visto agravada por una posible retención de la oferta por parte de los invernadores tradicionales. Esta retención se debe en parte a la falta de indicios de recomposición en las invernadas pastoriles, lo que ha llevado a los productores a mantener a los novillos en sus establecimientos en lugar de enviarlos a faena.
Otro factor crucial es el crecimiento del aporte de los feedlots en los últimos años. Aunque los feedlots han incrementado su participación en la producción de carne, la caída en los pesos medios de faena ha sido notable. Esta disminución en los pesos medios se traduce en una menor cantidad de carne disponible en el mercado, lo que ejerce presión sobre la oferta y demanda del sector.
La falta de competitividad de Argentina en el mercado internacional también juega un papel importante. Los vaivenes del dólar y las fluctuaciones económicas han impactado negativamente en la capacidad del país para competir con otros productores de carne a nivel global. Además, el precio promedio del novillo gordo en el mercado de Cañuelas se encuentra en su nivel más bajo de los últimos cinco años, lo que refleja la difícil situación económica que enfrenta el sector ganadero.
Estas condiciones han generado una serie de consecuencias para el sector. La disminución de la faena de novillos no solo afecta la disponibilidad de carne en el mercado interno, sino que también reduce las exportaciones y, por ende, los ingresos del país. Los productores se enfrentan a un escenario de incertidumbre y desafíos económicos que requieren de estrategias y políticas efectivas para revertir esta tendencia y asegurar la sostenibilidad del sector ganadero en el largo plazo.
Fuente: Ruralnet