Una buena y otra no tanto: El negocio ganadero argentino mejoró mucho en dólares pero tiene un frente abierto en el sector externo

El nuevo contexto macroeconómico ofrece ventajas concretas para aquellas empresas ganaderas que se encuentran trabajando en niveles óptimos de eficiencia.

“Tener todo muy bien desde lo productivo es esencial porque lo financiero no ayuda como lo hacía en el contexto anterior”, explicó José Lizzi, líder del área de Ganadería de CREA, durante la primera actualización del Outlook Ganadero 2024 realizada este jueves.

“Si consideramos que el contexto económico actual es sostenible, se trata entonces de un buen momento para aprovechar las relaciones de precios e invertir en el negocio ganadero”, añadió.

De todas maneras, el nuevo contexto hace que la barrera de entrada al negocio sea bastante más alta porque requiere invertir un mayor volumen de capital.

El especialista indicó que en el nuevo escenario, con un inflación en descenso pero aún elevada y una depreciación programada del 2% mensual del tipo de cambio oficial, el valor de la hacienda tiende a apreciarse medida en dólares.

“Los márgenes proyectados del negocio ganadero son finitos, pero medidos en dólares son interesantes a causa de las condiciones presentes en el nuevo contexto macroeconómico”, remarcó Lizzi en un artículo publicado por Contenidos CREA.

Con una eventual progresiva recuperación del poder de compra del salario de los argentinos, el consumo interno se tornaría más relevante al tiempo que el negocio exportador perdería competitividad. En ese sentido, el aspecto más preocupante son los envíos de cortes de vacas bajo valor destinados a China, dado que ese negocio representa la mayor parte del volumen de exportación.

Si bien los negocios de exportación de mayor valor agregado –como es el caso de la cuota Hilton, la cuota asignada por EE.UU. y los envíos realizados a Israel– siguen siendo viables, los de menor valor se encuentran en situación de riesgo.

Vale recordar, al respecto, que la competitividad del negocio exportador no sólo está condicionada por el factor cambiario, sino también impositivo porque los embarques de carne bovina están gravados con un derecho de exportación del 9,0% sobre el valor FOB.

En cuanto a la caída de la producción de carne registrada en lo que va del presente año, Lizzi recordó que los elevados niveles de faena ocurridos en 2023 no eran sostenibles.

“Los niveles de faena actuales están tendiendo a normalizarse para el nivel de stock bovino presente en la Argentina. Observamos que vamos hacia tasas de extracción de hembras más normales que las experimentadas en 2023”, apuntó.

Por su parte, Pilar Sayaguez del área de Economía y Ganadería de CREA mostró proyecciones de precios para lo que queda del presente año de las diferentes categorías en función de dos escenarios: uno considerado la inflación prevista (escenario 1) y otro descontando la brecha promedio registrada entre la inflación y la evolución del precio de la hacienda en el primer cuatrimestre del año.

 Si bien no es sencillo realizar proyecciones en un entorno macroeconómico tan complejo y cambiante, se trata de un insumo clave para poder modelizar márgenes en lo que queda del transcurso del presente año.

Fuente: Bichos de Campo

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