El kilo de carne vacuna se abarató entre 500 y mil pesos por kilo, después de que el consumo cayó hasta un 50 por ciento la semana anterior, por los fuertes aumentos de precios. De este modo, con variaciones en cada comercio, los cortes de asado se pueden conseguir entre 7 mil y 8 mil en el caso de los cortes para asar.
La baja en los precios al mostrador responde a que el ganado en pie se abarató en los últimos días. El precio de la hacienda en pie quedó en 1.700 pesos el kilo pero antes se ubicaba en torno a los 2.100 pesos en las ferias.
“Nosotros acá bajamos todos los cortes 1.000 pesos el kilo. El kilo de costilla, marucha deshuesada y vacío lo tenemos a 7.900 pesos el kilo; la tapa de asado a 7.300 pesos, la molida quedó 4.000 pesos el kilo pero antes estaba a 5.200 y la molida especial está a 7.000 pesos”, indicó el carnicero Jorge Gutiérrez.
Al igual que él, muchos otros retrotraen los precios y buscan recuperar algo del volumen de ventas perdido en los últimos días.
“La demanda de la gente, después de las subas que había tenido este mes la carne, después del último aumento grande, cayó entre un 40 un 45 por ciento. Esto se mantiene al día de hoy; quedó mermada la demanda. Y eso que estamos ahora con el tema de las fiestas. Pero nada, no hay ni comparación el año pasado. Antes cuando iba a abrir la gente hacía cola esperando por los cortes especiales, pero este año no, nada que ver”.
Se achicó el gasto
Para el presidente de la Cámara de Almaceneros de Río Cuarto, Adrián Morales, en tanto, los clientes achican el consumo después de los fuertes aumentos en el precio de la carne vacuna tras la última devaluación.
“Se sintió que bajó un poco. No la cantidad de clientes, pero sí que los clientes llevaban menos cantidad de carne. Para los bolsillos, golpeados como están ahora, se había vuelto un producto prohibitivo. Y ahora está pasando lo que naturalmente debiera suceder: que ante la baja de ventas, no se puede tener sostener mucho el precio”, señaló.
Sobre el mismo punto, explicó que se trata de un rubro particular, en el que “hay que incentivar las ventas, porque los animales, una vez que están terminados, hay que faenarlos”.
Morales estimó que los precios deberían retraerse entre unos 600 y unos 800 pesos el kilo, “porque la hacienda en pie bajó su precio entre 300 y 400 pesos por kilo”.
Finalmente, el presidente de la Cámara de Almaceneros de Río Cuarto corroboró que la baja del consumo afectó en general a muchos comerciantes locales. Sin embargo, estimó que el piso de baja de consumo, aproximadamente, anduvo en un 40 por ciento en los últimos días.
Fuente. Diario Puntal – 22 de diciembre